Este proyecto está físicamente ubicado en Bilbao, su ámbito de actuación es el Territorio Histórico de Bizkaia, si bien también atiende a adolescentes y familias de poblaciones limítrofes a la provincia, cuya área de influencia es Bilbao.
El programa subvencionado de “ACCIONES DE PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO CON JÓVENES CON CONSUMOS Y CONDUCTAS DE RIESGO Y SUS FAMILIAS” surge de la experiencia directa de la Fundación con las dificultades de padres y madres para hacer frente a los retos y problemas que surgen en la educación de sus hijos e hijas durante la etapa de la adolescencia y juventud.
El proyecto pretende dar respuesta a dos problemáticas sociales de creciente vigencia:
Aumento de los comportamientos de riesgo1 entre los y las adolescentes y dificultades de
los padres y madres para desarrollar su función educativa.
Aumento de los conflictos de convivencia en las familias, escuela y cualquier ámbito en el
que estén presentes los y las adolescentes con conductas de riesgo.
Se trata de responder a situaciones que dificultan a las familias y a sus miembros volver a dinámicas normalizadas de convivencia. Estas dificultades, en otras situaciones, no hacen sino incrementar las disfunciones en los contextos de desarrollo adolescente familiar, escolar y social que requieren intervención externa para poder reconducir la situación
Resultados que se esperan de la intervención:
Retrasar la edad de inicio en conductas en las que la precocidad implica el aumento de los riesgos por su impacto en la persona.
- Evitar que se asienten conductas que son precursoras de:
o Adicciones a sustancias
o Violencia filo-parental
o Adicciones sin sustancia como las apuestas deportivas y/o abuso de internet / móvil.
o Violencia en el medio escolar y social.
o Escalada en relación con la justicia
- Promover que los/las adolescentes, participen de grupos pro-sociales.
El colectivo al que se ha dirigido el programa ha sido, tal y como estaba previsto, adolescentes, jóvenes y familias que demandan ayuda para abordar conductas de riesgo o problemas de convivencia, que requieran una orientación y apoyo externo (consumos de drogas problemáticos, inicios de conductas delictivas agresividad, patologías psiquiátricas incipientes, conflicto escolar, ausencia de domicilio, relaciones familiares conflictivas, etc.) - Beneficiarias directas:
A lo largo de 2021 hemos atendido desde el área de prevención un total de 460 personas procedentes de 225 unidades familiares diferentes (un 16% más que en 2020):
• 296 familiares.
• 129 adolescentes con conductas de riesgo y edades comprendidas entre 12 y 21 años.
• 35 jóvenes (con una edad media de 21 años) con problemas graves de adicciones, atendidos en la sede de Madariaga.
b) Beneficiarias indirectas:
Entre la población beneficiaria indirecta del proyecto se halla todo el entorno directo y cercano a el/la joven con la que se ha trabajado. La disminución de la conflictividad y la mejora en todas las
dimensiones sociales y de comunicación de la persona adolescente hacen que se beneficien de los
resultados de la intervención tanto familiares cercanos2 (como hermanos/as o abuelos/as) como
integrantes del círculo social más cercano y habitual de el/la joven (profesorado, compañeros/as de clase o grupo de amigos/as).
Se estima que por cada joven y adolescente atendido 2 personas de su entorno familiar y 8 de su círculo social notarán el cambio de conducta y percibirán una mejora en su relación con el/la joven. Esto supone una estimación de personas beneficiarias indirectas de 2.250 (10 impactos indirectos por cada unidad familiar con la que se trabaja).